Academia.edu no longer supports Internet Explorer.
To browse Academia.edu and the wider internet faster and more securely, please take a few seconds to upgrade your browser.
…
48 pages
1 file
En el Simposio 'La Prospectiva del IPN y los Desafíos para el Siglo XXI', que tuvo lugar a fines del siglo pasado, se destacó que el quehacer institucional se debe orientar hacia la creación de un sistema educativo capaz de colocar a todo individuo en la posibilidad de adquirir, actualizar y usar adecuadamente el conocimiento pertinente con un sentido de solidaridad. En particular, al IPN le corresponde atender a las necesidades del país para sustentar su desarrollo científico y tecnológico, por lo que deberá convertirse en un espacio de socialización que integre en sus propuestas formativas la ciencia, la tecnología y el conocimiento con una ética de responsabilidad profesional, en donde el currículo, la pedagogía, la organización, el diseño y la aplicación de las políticas institucionales, tengan la capacidad para actuar consistentemente frente a los escenarios del siglo que comienza. Para lograr estas metas, el IPN debe mantener un esquema dinámico de acción que lo haga un espacio de formación, aprendizaje, actualización e investigación de alta calidad; un espacio y una comunidad en los que la permanencia y el apoyo se hagan posibles en función del mérito intelectual, la competencia demostrada y el potencial de contribución social, a donde la sociedad y sus instituciones puedan dirigirse para obtener respuestas confiables a sus cuestionamientos. Las nuevas exigencias de acreditación de carreras y de certificación de egresados, imponen una sistematización del desarrollo curricular que obliga a que la reforma académica se constituya en un ejercicio permanente que garantice a los egresados el perfil profesional requerido para los tiempos por venir. Así, la educación que el IPN ofrezca tendrá que superar la imagen tradicional de la adquisición de conocimientos como un fin en sí, para insistir en el desarrollo de aptitudes en el nivel de métodos, de procedimientos y de estrategias de intervención; por lo que habrá que mejorar los programas educativos y de investigación, adecuar las instalaciones, los recursos humanos y la infraestructura, y fomentar el desarrollo tecnológico. En atención a las demandas que la sociedad le plantea, el IPN tiene como eje de su transformación un nuevo perfil profesional que orienta el diseño y la instrumentación de nuevos modelos educativos que proponen una relación adecuada entre los conocimientos, las habilidades práctico-productivas y las actitudes que dotarán a los estudiantes de capacidad emprendedora, responsabilidad, creatividad y flexibilidad en su desempeño profesional. En su prospectiva 2000-2015 hacia el nuevo Modelo Educativo Politécnico se señala que el reto no considera cambios radicales pero sí contundentes en: la reorientación del enfoque y los contenidos de tal manera que el IPN eduque para o vivir, o aprender, o emprender, o crear o y saber ser; la presencia de un esquema cultural que amplíe los horizontes de la ciencia y la tecnología nacionales;
Estela Blanca, 2019
En la publicación de 'Estela Blanca’, exposición individual de Adrián Balseca en Ginsberg Galeria (Lima, 2019), la curadora Florencia Portocarrero repasa las obras que configuraron la exhibición y rastrea algunas vertientes de la senda de despojo y violencia que la “Fiebre del Caucho” trajo a la región Amazónica.
Los espacios verdes, agrestes y el verde urbano en el paisaje de valles patagónicos, 2023
La ecología urbana es una disciplina que integra a varios campos del conocimiento. Si bien tengo mis reparos a algunos de sus conceptos, porque prefiero hablar de paisaje urbano y de ecología de paisajes, Sukopp es pionero y uno de los fundadores de la Escuela de Ecología Urbana de Berlín. Esta escuela, que cumplió sus primeros 90 años en plena pandemia, construyó una base de trabajos científicos con amplio reconocimiento en la comunidad científica internacional. Las contribuciones de Sukopp fueron innovadoras porque promovieron la realización de estudios integrales de biodiversidad en todos los tipos de uso del suelo de una ciudad. También del establecimiento de enfoques modernos de conservación de la naturaleza urbana (resistida aún por varios conservacionistas, otra forma de negacionismo de la ciencia), la formación de una base conceptual multidisciplinaria, con perspectivas científicas y aplicadas combinadas. Por ello fueron precursores de la preservación de la naturaleza urbana. Y no por nada el Programa de Protección del Paisaje de Berlín lleva más de 30 años desarrollando una ciudad que se planifica a escala de la necesidad de generar condiciones para que los biotopos y sus comunidades de organismos vivos asociados, promuevan mejores condiciones ecológicas y sociales de vida. Por eso traemos aquí este enfoque y esta unidad de estudio de la ecología. Para pensar nuestras ciudades y los procesos que los investigadores presentamos aquí, como base para la planificación de ciudades de la región árida patagónica, pensadas desde las escalas de la niñez, todos y cada una de sus habitantes y también, por qué no, la biodiversidad urbana. Aunque cueste persistiremos en esto.
¿Te preguntaste sobre cómo se forma una estrella? Como las personas, las estrellas nacen, crecen y mueren. Las estrellas nacen por azar. Se juntan fragmentos de materia de las nubes frías de gas y polvo que flotan en el espacio, las llamadas nebulosas. Estas partículas se van agregando por atracción gravitatoria hasta formar una gran masa denominada protoestrella, estas son enormes, mucho mayores a nuestro sistema solar y relativamente frios. Este conglomerado, por efecto de la gravedad, se contrae sobre sí mismo y como consecuencia aumenta en su centro, la densidad, presión y calor. De esta manera, los átomos se mueven cada vez más rápido y chocan unos con otros elevando la temperatura del núcleo en el orden de los 10 millones de grados. En esas condiciones, pronto se inician reacciones de fusión nuclear, mediante este proceso, básicamente se fusionan cuatro núcleos de hidrógeno para formar un núcleo de helio. Cuatro núcleos de hidrógeno pesan un poco más que un núcleo de helio, la diferencia de masa se transforma en energía, en este momento la estrella comienza a arder. Las proteestrellas que no logran iniciar las reacciones nucleares, es decir, las estrellas frustradas, se denominan enanas marrones. Las que sí lo logran continúan un arduo camino cósmico. Las reacciones nucleares liberan presión del centro de la estrella, contrarrestan el efecto de la gravedad, este equilibrio, llamado hidrostático es lo que evita que la estrella colapse sobre sí misma. La estrella vivirá gracias a ese tenso equilibrio entre gravedad y reacciones nucleares. Morirá cuando la gravedad gane la batalla, algo que sucederá sin excepción.. Existen más estrellas en el universo que granos de arena en todas las playas del planeta. La estrella más cercana a nosotros es, naturalmente, nuestro Sol pero es muy importante aclarar que no todas las estrellas son copias idénticas del Sol. Las estrellas pueden tener diferentes masas que van desde las estrellas pequeñas, cuya masa es una décima parte de la del Sol, hasta aquellas cuya masa es sesenta veces la del Sol.
Cuadernos De Etnologia Y Etnografia De Navarra, 1992
H asta la fecha, en varios trabajos de investigación sobre la estela discoidea se han realizado, de una forma u otra, numerosos estudios sobre las imágenes y símbolos que aparecen en el disco. Sin embargo, en muy pocas ocasiones se han analizado la importancia y el cambio de pensamiento espacial que supuso la escritura en el ámbito de la estela. De unas 1.050 estelas analizadas en Navarra, 147 ejemplares presentan algún tipo de inscripción numérica o alfabética en una de sus dos caras. De 3. J.M. Satrústegui realizó dos lecturas sobre una estela cantografiada de Iranzu, escrita en latín. CEEN no 1 y 4. Años 1969 y 1970. La traducción que más le convenció decía: "Aquí yace Martín de Mira". 4. PÉREZ DE VILLARREAL, Vidal. Cien estelas discoideas de la villa de Ecbalar. CEEN, no 53-1989. 5. Debemos recordar que en el país Vasco Francés, la época de florecimiento de las estelas fue durante los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, en gran parte de Navarra durante esas fechas, las estelas estaban o habían caído en desuso, ya que el número de ejemplares hallados ha sido muy bajo. 6. FRANKOWSKI, Eugeniusz. Estelas discoideas de lapeninsula Ibérica. Op. cit. pág. 73. 7. MARCO SIMÓN, F. Estelas decoradas romanas en Navarra. "Trabajos de Arqueología de Navarra".
E l XIX fue el siglo del retroceso y el de la desaparición del vascuence como medio de comunicación en Tierra Estella, tal como lo atestiguan varios datos demostrativos al respecto 1. No obstante, el retroceso no fue homogéneo y sincronizado en toda la co-marca; inicialmente en los núcleos más poblados, tal como la propia ciudad de Estella y, posteriormente, en gran cantidad de pequeños poblamientos. Es harto difícil precisar la fecha exacta o la mayor o menor pervivencia en uno u otro lugar. Por las noticias posteriores a la primera guerra carlista sabemos que ya por esas fechas sólo los mayores conservaban la lengua en las inmedia-ciones de Estella. Pero también sabemos a ciencia cierta que en Puente la Reina en 1869 el vascuence todavía era lengua de comunicación muy extendida 2 y se-guramente no había hecho más que empezar el proceso de desaparición 3. Las causas sociológicas, políticas o de cualquier otra índole que hicieron posible la desaparición no son objeto de este trabajo...
Iglesia y Conquista. Los procesos fundacionales, 2022
La evangelización de Mesoamérica ha despertado el interés de muchos estudiosos que hemos cuestionado la visión idealizada que cronistas e historiadores eclesiásticos han dado sobre ella. Este artículo es una revisión historiográfica de los mitos que se han tejido alrededor del tema.
Loading Preview
Sorry, preview is currently unavailable. You can download the paper by clicking the button above.
Patrimonio Cultural de Málaga y su Provincia, vol. I: Málaga, Patrimonio natural y patrimonio histórico-artístico, dirección Teresa Sauret Guerrero, Málaga, 1999, pp. 366-367, 1999