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En el año 1528, el duque Guillermo IV de Baviera mandó hacer una serie de cuadros históricos pensados para su casa de recreo recientemente construida junto al Marstallhof. La elección de los temas estuvo determinada por el humanismo y el cristianismo, conteniendo una serie de sucesos bíblicos y de la antigüedad clásica. El más famoso de estos cuadros es, con toda razón, la batalla de Alejandro, de Albrecht Altdorfer. Sobre una superficie de un metro y medio cuadrado, nos descubre Altdorfer el panorama cósmico de una batalla decisiva para la historia del mundo, la batalla de Isso, que en el año 333, como decimos hoy, abrió la era del helenismo. Con una maestría desconocida hasta entonces, Altdorfer concibió la representación de miles y miles de combatientes aislados como un ejército, mostrando el entrechocar de columnas de jinetes acorazados con tropas de a pie armadas con lanzas, el eje de empuje victorioso de los macedonios con Alejandro al frente, el desconcierto y el desorden que se apoderaba de los persas, la actitud expectante de las reservas griegas que debían consumar la victoria. Una consideración exacta del cuadro nos posibilita la reconstrucción del transcurso total de la batalla. Altdorfer ha retenido la historia en un cuadro, como si en aquel tiempo Historie pudiera significar al mismo tiempo un cuadro y una historia [Geschichte].* * Para * En este trabajo se han incluido conversaciones que he sostenido con el Dr. Gerhard Hergt. Sobre la expresión «futuro pasado» véase también su uso en R. Aron:
Relaciones Estudios De Historia Y Sociedad, 2003
REINHART KOSELLECK Futuro Pasado: para una semántica de los tiempos históricos, 1993
Decir que la historia y la ciencia de la historia tienen que ver con el tiempo es una trivialidad. La cronología pertenece a los presupuestos de la ciencia hist6rica y sin ella no se podría lograr ningún conocimiento. Pero la pregunta por el tiempo hist6rico se puede formular de otra manera: ¿Tiene la historia su tiempo propio, que no es el tiempo del calendario o el del reloj? ¿Tienen distintos tiempos las historias distintas? , ¿Se realiza la historia con distintos ritmos temporales? Es obvio que existen aceleraciones y retardamientos, pero también repeticiones de transcursos de similar tipo. Por otra parte, también hay pron6sticos, profecías, cálculos, deseos o esperanzas que constituyen parte de formas distintas del diagnóstico hist6rico y de la acci6n política. Por eso, se distingue de buen grado entre -dicho toscamente- un tiempo objetivo y otro subjetivo. Asi, Koselleck investiga experiencias históricas del tiempo y conceptos del tiempo en diferentes pasajes. Para ello se dirige, ante todo, a nuestra modernidad, realizando continuamente comparaciones con periodos anteriores. Recurre met6dicamente a datos sociohistóricos, pero analiza, en primer lugar, testimonios lingüísticos para descubrir las experiencias y conceptos del tiempo que están contenidos en ellos y compararlos entre sí. La semántica proporciona indicios concretos para seguir las huellas de la transformaci6n de la historia y, con ella, de las modificaciones de los tiempos históricos. En el presente volumen, Koselleck proporciona elementos para una teoría de los tiempos hist6ricos. Qué es el tiempo histórico es una de las preguntas más difíciles de responder de la ciencia de la historia. La pregunta nos obliga a entrar en el ámbito de la teoría de la historia y, desde luego, en mayor medida de 10 que sería exigible, en la ciencia histórica. Pues las fuentes del pasado nos informan acerca de hechos y pensamientos, planes y resultados, pero no lo hacen de modo inmediato acerca del tiempo historico. Asi pues, es precisa una aclaración previa de carácter teórico para responder a una pregunta que, ciertamente, puede formularse siempre y en todas partes en el seno de la historia, pero para la que los testimonios de la tradición resultaran ampliamente insuficientes. En el curso de la investigación, comprometida con circunstancias históricas, no es preciso formularse explícitamente la pregunta por un tiempo hist6rico. Solo es imprescindible una exacta datación para poder ordenar y narrar los acontecimientos. Pero, una datación correcta es solo una presuposición y no una determinaci6n del contenido de aquello que podría denominarse «tiempo historico». La cronología -en tanto que ciencia auxiliar- responde a preguntas por la datación en la medida en que remite los numerosos calendarios y medidas del tiempo que se han dado en el curso de la historia a un tiempo común: el de nuestro sistema planetario calculado fisico-astronómicamente. Este tiempo único y natural es válido para todos los hombres de nuestro globo, teniendo en cuenta las estaciones del hemisferio opuesto y la diferencia variable del periodo del dia. Del mismo modo, se puede partir de que el tiempo biologico de la vida humana es de una variabilidad limitada y de una homogeneidad universal, a pesar de las ayudas de la medicina. Pero no está pensando en aquellos presupuestos naturales de nuestra division del tiempo quien pregunta por la relación entre historia y tiempo, si es que existe algo así como el «tiempo historico». Quien pretende hacerse una idea corriente del tiempo historico ha de prestar atención a las arrugas de un anciano 0 a las cicatrices en las que está presente un destino de la vida pasada. 0 traerá a la memoria la coexistencia de ruinas y nuevas construcciones y contemplará que el manifiesto cambio de estilo de una sucesión espacial de casas Ie confiere su dimension temporal de profundidad, o considerará la coexistencia, la subordinación y superposición de medios de transporte diferenciables por su modernidad, en los que se encuentran épocas completas, desde el trineo hasta el avi6n. Finalmente, y, ante todo, pensará en todos los conflictos que se reúnen en la sucesión de generaciones de su propia familia o profesión, donde se solapan diferentes ámbitos de experiencia y se entrecruzan distintas perspectivas de futuro. Esta panorámica sugiere ya que no se transfiere inmediatamente la universalidad de un tiempo mensurable de la naturaleza -aunque esta tenga su propia historia- a un concepto historico de tiempo.
Antes de su muerte, en 2006, Koselleck preparaba una introducción para "Historias de conceptos" que no llegó a completar más allá de algunas notas. Como informa Carsten Dutt, el plan de Koselleck era organizar la obra en varios capítulos que reflejaran los principales intereses investigativos de Koselleck (2012 [2006], p. 294). Empezando por las cuestiones teóricas y metodológicas centrales de la historia conceptual, la obra también abarca el análisis de algunos de aquellos conceptos fundamentales [Grundbegriffe] de la modernidad, sopesa los potenciales semánticos que fueron liberados desde la Ilustración en los lenguajes sociales y políticos modernos; y, por último, examina la historia constitucional y jurídica de Alemania, Francia e Inglaterra, desde un enfoque comparativo. Cada capítulo está compuesto por artículos y conferencias que Koselleck había publicado en numerosas compilaciones, en importantes revistas y en memorias de eventos académicos . En un total de catorce artículos, la obra brinda una suerte de visión de conjunto respecto al proyecto de la historia conceptual. En las páginas siguientes nos proponemos hacer una revisión crítica de este texto.
Ensayo monográfico sobre la propuesta historiográfica y de filosofía de la historia de Reinhart Koselleck. Se presenta la articulación entre la filosofía de la historia como crítica de la razón histórica, la Histórica como teoría de la historia y la Semántica de los Tiempos Históricos, junto con la historia de los conceptos.
Diseminaciones, 2021
Resumen El propósito de la presente investigación es establecer el posicionamiento de Reinhardt Koselleck respecto al debate de Löwith-Blumenberg acerca de si las filosofías modernas de la historia se perciben como secularización de la escatología cristiana (y en función de ello, establecer la legitimidad o no de la Edad Moderna). Para ello, se revisan los argumentos que animaron aquel debate en torno al "teorema de la secularización" defendido por Löwith y la crítica a éste realizada por Blumenberg. A la luz de estos desarrollos se abordan los planteos de Koselleck respecto a las transformaciones que la modernidad conlleva en el modo de concebir el tiempo. De esta pesquisa resultará una concordancia entre los planteos de Blumenberg y Koselleck en torno a la sustancial ruptura que la modernidad establece respecto al modo de vivenciar el tiempo propuesto por la visión teológica medieval, reafirmando, entonces, la legitimidad de la modernidad.
Revista De Historia Actual, 2012
La poesía es más filosófica y mejor que la historia.
In this article we shall provide an overview of the theory and methodology of Reinhart Koselleck's conceptual history, basis of the well-known dictionary Geschichtliche Grundbegriffe this author wrote with Otto Brunner and Werner Conze. Using texts from German and English language never translated into Spanish, we emphasize topics such as the idea of the polysemic nature of concepts, the notion of a "state of things", the idea of conceptual history understood as a critique of historical sources and as a redefinition of the notion of anachronism, and the distinction between current and past history. In the last section, it is addressed the pivotal topic of the notions space of experience and horizon of expectations.
Ariadna histórica. Lenguajes, conceptos, metáforas, 2016
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Editorial QyDado, 2024
Polimorfo. Revista de ArqPoli (Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica, Puerto Rico), 2014
Cuenta y Razón del pensamiento actual, 2005
Revista de Filosofia
Revista de Libros de la Torre del Virrey