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Resumen Este trabajo se inicia problematizando el dominio del pensamiento único en el campo de las llamadas ciencias administrativas, en las que la razón instrumental ejerce una fuerte influencia en la forma de interpretar la realidad, y donde existe un vacío en cuanto a la reflexión sobre estos campos profesionales y científicos, un silencio pasivo manifiesto en el manejo de la política económica inducida por los organismos inter-nacionales. En este documento se esboza una serie de debates pendientes en torno a diferentes temas: los modelos de gestión heterodirigidos y autodirigidos; la democrati-zación de la sociedad del conocimiento; el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción; los medios y fines; las asimetrías en el sistema mundial en re-lación con la producción, distribución y consumo; la crisis civilizatoria y el progreso; la opción racional y la acción social; y el capital cultural. En el fondo se piensa cómo ha influido el modelo de gestión predominante que se ha basado en la búsqueda de la efi-ciencia y la rentabilidad, desconociendo y descuidando las implicaciones sociocultura-les, socioeconómicas y socioecológicas, generando con ello procesos de desigualdad, desconfianza, explotación, depredación, fragmentación y rapacidad.
El argumento del hospital de D. Parfit incluye la premisa de que en un caso de cerebro dividido, la identidad de una nueva persona humana dependerá de que el otro hemisferio cerebral sea o no sea trasplantado a otro cuerpo. La identidad de una persona dependerá de hechos extrínsecos. Mi objetivo es cuestionar esa premisa apoyándome en algunas observaciones sobre el contenido de los pensamientos singulares: pensamientos de primera persona y pensamientos demostrativos. Por un lado, defiendo que en el escenario descrito por Parfit la persona humana cuya identidad es dependiente no sería capaz de tener un pensamiento de primera persona porque no sería capaz de conocer quién es el pensador, quien, desde luego, es ella misma. Entonces, no sería posible referirse a uno mismo y tener un pensamiento de primera persona acerca de una experiencia no sería una forma de autoconocimiento. Por otro lado, establezco que tampoco sería posible referirse a esa persona mediante un pensamiento demostrativo basado en la percepción.
Prólogo a Alberto Cardín, Contra el catolicismo, Muchnik, Barcelona
Lo razonable, caso de no elegir la muerte, era someterse a las oscilaciones de aquel mundo de dobleces que tan bien conocía. Desdoblarse una vez más, y rumiar su nuevo secreto, mientras pudiera resistirlo."
Las ciencias sociales han sido a menudo poco precisas a la hora de hacer referencia a lo que se ha venido denominando, genéricamente, con los epítetos de etnia, grupo étnico, tribu o nación. Cabe decir que la elección de dichas denominaciones no ha sido en absoluto casual sino que han obedecido a contextos incardinados en diferentes coyunturas sociales, políticas y, por ende, epistemológicas. La antropología social no resulta una excepción, puesto que también ha aportado su grano de arena en esta maraña de imprecisiones teóricas que a menudo han dado lugar a notables malentendidos y a interpretaciones excesivamente sesgadas
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Boletín del Grupo de Trabajo Reinvenciones de lo común (CLACSO), 2021
Biblioteca Saavedra Fajardo de Pensamiento Político Hispánico . Sección Tribuna, 2008
Memorias Revista Digital De Historia Y Arqueologia Desde El Caribe, 2008
Encuentro de fin de siglo. Latinoamérica: utopías, realidades y proyectos, 2001