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(PDF) Presentación de Rodolfo Kusch

Presentación de Rodolfo Kusch

1988, Cuadernos Salmantinos de Filosofía

•Déjenme estar, de sólo estar, viendo el sol crecer, yo quiero ver, de mi pais, el amanecer» (Armando Tejada Gómez, Fuego en Anymana) «He visto al más excelente: está oprimido» (Chilam Balam) lNTBODUCCION La obra de Kusch conmueve un modo intelectual, fácil y falseante de concebir nuestra América. Insta a mirar América desde su pueblo, en Ia perspectiva del indio, del negro, del miserable. Desde Ia sabiduría de un viejo mendigo o de un brujo, o de una informante enferma-desde Io que él considera el verdadero corpus filosófico de nuestra América-va caracterizando el pensamiento americano, diseñando su lógica propia, abriendo camino al pensamiento popular de América que es filosofía propia, no alienada, que no empieza ahora sino que tiene una larga historia de sufrimiento y frustración, de resistencia y sobrevivencia, oscurecida por una interpretación intelectual, de élites, extranjerizante, imposibilitada de ver en Io popular otra cosa que ignorancia, analfabetismo, mugre, bestialidad zoológica, dejadez vegetal. Kusch postula Ia plena humanidad del pueblo de América, condición para eliminar Ia mirada colonizadora. Y es consecuente con este postulado irrenunciable. Plantea Ia plena vigencia del pensamiento americano a cuyas verdaderas categorías sólo puede llegarse «poniendo entre paréntesis» los «conceptos claros y distintos» del método occidental moderno-es decir, todo cuanto sabemos en tanto «sujetos inteligentes»para acceder así al verdadero sujeto del pensar y de Ia historia de América: el pueblo. Se entiende que-como el pueblo, como Ia tierra en que éste está-Ia obra de Kusch resulte sucia, hedionda, repulsiva. Se entiende que se Ia desprecie como «no científica», que se Ia rechace por improcedente, por no filosófica. Como el pensamiento del pueblo americano, no es pensamiento; como el hombre americano, no es humano. Porque no sigue los moldes del único pensamiento de los únicos humanos: los occidentales. De ahí que Ia actitud sea Ia misma que ante todo Io que apesta: apartarlo, ignorarlo, ocultarlo, taparlo. Por eso Kusch no se enseña en las universidades, porque el pensamiento del pueblo no tiene